Un primer grupo arribó a medianoche del domingo y el segundo a las 5:56 de la mañana del lunes acompañado por el ministro de Deportes Francisco Camacho

 

AEROPUERTO LAS AMÉRICAS.- Con los brazos en alto, haciendo la ‘V’ de la victoria, arribó al país por la puerta grande el equipo dominicano que el pasado sábado se casó con la gloria al obtener el último boleto en juego para el torneo de béisbol de los Juegos Olímpico de Tokio, tras derrotar 8-5 carreras al de Venezuela. 

 

El ministro de Deportes, Francisco Camacho, quien acompañó al equipo en el repechaje realizado en Puebla, México, resaltó que gracias a la pasión y empeño puestos por un grupo de hombres el deporte rey estará nuevamente en los Juegos Olímpicos. 

 

“Después de 29 años que el béisbol estuvo ausente en los Juegos Olímpicos, éstos jóvenes dieron el todo por el todo en el terreno y le estamos pagando una deuda a la República Dominicana”, destacó Camacho minutos después de salir del avión de Aeroméxico, que les trajo a las 5:56 de la mañana del lunes desde Ciudad México. 

 

 

Previamente, a las 11:55  de la noche del domingo -a ritmo de merengue típico, con acordeón,  güira y tambora- había arribado un primer grupo de peloteros de la Selección Nacional de Béisbol, vía Miami, entre ellos el capitán del equipo Emilio Bonifacio. 

 

El mismo fue recibido por una comitiva oficial del gobierno que encabezó el viceministro Administrativo de Deportes, Franklin de la Mota, y el comisionado nacional de béisbol, Junior Noboa. 

 

 

“El deporte rey había estado fuera de estos escenarios, pero eso ha quedado atrás gracias a estos muchachos, que con la pasión que jugaron nos han puesto de nuevo en el mapa olímpico”, subrayó Camacho para luego enfatizar que en esta gestión del presidente Luis Abinader no se escatimará esfuerzos ni recursos para que el país tenga la mejor presentación de la historia en los Juegos “Tokio 2020”. 

 

“Damos las gracias a papa Dios y a mis compañeros, que se fajaron y dieron el todo por el todo desde el primer día para lograr el objetivo que nos trazamos”, agregó Juan Francisco, el productivo cuarto bate y primera base del conjunto. 

 

El veterano pelotero también dio crédito al trabajo realizado por el dirigente Héctor Borg, al cuerpo técnico y a todos los que estuvieron involucrados en esta gran cruzada. 

 

Bonifacio, en tanto, dijo que ellos están muy felices con haber logrado su pase a los Juegos y proclamó que se cumplió con el primer cometido que se propusieron desde el inicio de los entrenamientos, que era salir enfocado a obtener ese boleto y así ha sido, con la gracia de Dios. 

 

Agradeció todo el apoyo que recibió del Estado dominicano, el Gobierno, Miderec, el Comité Olímpico, la Federación de Béisbol, Pro Béisbol, José Gómez, Felipe Vicini. 

 

El pimentoso jugador, Bonifacio, cerró sus palabras con una canción que a coro entonan los jugadores cada vez que obtienen una victoria. 

 

De igual forma regresaron al país el cerrador Jairo Asencio, los infielders Dawel Lugo y Ramón Torres. Otros destacados integrantes del equipo, entre los que saltan a la vista los jardineros Julio Rodríguez y Johan Mieses, así como el receptor Roldany Baldwin, viajaron a Estados Unidos para continuar jugando en los circuitos minoritarios con sus respectivas organizaciones de Grandes Ligas.   

 

“Lo primero es dar las gracias a Dios que nos llevó y nos trajo victoriosos”, manifestó, a su vez, Juan Núñez Nepomuceno, presidente de la Federación Dominicana de Béisbol. 

 

Núñez Nepomuceno dedicó la proeza a Héctor -Tito- Pereyra, el extinto titular de ese organismo, quien junto al empresario Felipe Vicini formó Pro-Béisbol, más un grupo de hombres que entendieron que el “Sueño Olímpico” se podía lograr uniendo voluntades. 

 

“¡Viva la República Dominicana!”, proclamó ante el aplauso de los jugadores y demás miembros de la delegación. 

 

El comisionado Junior Noboa, por su lado, felicitó a los jugadores y dijo que ahora falta el gran paso de obtener una medalla en los Juegos Olímpicos que se iniciarán el 23 de julio próximo. 

 

La representación quisqueyana no participa en los Juegos Olímpicos desde la edición de Barcelona’92. Será su tercera participación, luego de asistir a los Juegos de Los Ángeles’1984, que fueron como exhibición.